Nació en 1915 y con sólo 23 años ya marcó la diferencia. Al comenzar a retransmitir un programa radiofónico sobre la novela de H. G. Wells La guerra de los mundos pensó que la mejor publicidad sería retransmitir por radio la noticia de una invasión alienígena (¿quién dice que la publicidad ahora es agresiva?). No se equivocó. Tal fue el éxito de su programa que le permitió abrirse camino en el mundo del cine y por supuesto, lo hizo a lo grande. Le ofrecieron rodar 3 películas, pero con una fue suficiente: Ciudadano Kane. La película narra la historia de William Randolph Hearst (el ciudadano Kane), un hombre que controlaba gran parte de los medios de comunicación de la época y con una vida social un tanto controvertida. No, no es Berlusconi. Por supuesto, el magnate se negó a tal película y se opuso a su emisión, pero no fue suficiente. La película se rodó, se estrenó y fue nominada a 9 oscars, ganando el de mejor guión. Siendo hoy día la primera de la lista de las 100 mejores películas publicada por el American Film Institute´s.
La polémica ha existido siempre, la cuestión es utilizarla lo mejor posible. Orson Welles fue un hombre polifacético, pero ante todo, fue una persona capaz de aprovechar las herramientas de que disponía de maneras en las que nadie antes había pensado.
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