El más claro es el de la anemia falciforme. Todos estaremos de acuerdo en que poseer un gen que haga que tu hemoglobina sea deforme y tus glóbulos rojos tengan forma de hoz, no es bueno. Estos glóbulos rojos son eliminados con mayor rapidez de la que se producen (esto produce anemia) y tenemos un transporte deficitario de oxígeno a las células con lo que cualquier ejercicio físico intenso puede matarnos. Esta enfermedad se da sobre todo en África. Es una enfermedad recesiva. Los individuos que presentan una sola copia del gen que provoca la enfermedad poseen tanto glóbulos rojos defectuosos como glóbulos rojos normales. Estas personas pueden llevar una vida normal aunque posiblemente no lleguen a ser deportistas de élite, pero por tener ese gen "malo" tienen una ventaja. ¿Qué puede tener de bueno un gen malo?.
La malaria es una enfermedad provocada por parásitos del género Plasmodium que provoca 210 millones de casos cada año. Estos parásitos durante su ciclo infectan los glóbulos rojos de la persona enferma. ¿Qué ocurre si esta persona tiene parte de sus glóbulos rojos "malos"? Pues que no desarrolla la enfermedad. En una enfermedad que cada 30 segundos mata un niño quizás merezca la pena ser inmune a pesar de no poder ser un deportista de élite.
La alta presencia de malaria en África es una de las causas por las que el gen de la anemia falciforme tiene una alta prevalencia en este territorio.
No existen los genes buenos ni malos. Todo depende del ambiente en el que nos encontremos.
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