sábado, 13 de noviembre de 2010

Sómos infieles…. Por naturaleza??


La monogamia, un hombre con una mujer, es muy romántica. Pero, ¿es natural en el ser humano??




Para comenzar, probablemente nunca ocupamos un paraíso edénico de fidelidad uno-a-uno. La evidencia es lo que sigue: primero, los hombres son significativamente más grandes que las hembras, patrón consistentemente encontrado entre las especies políginicas. Desde los ciervos a las focas y de allí a los primates, el sexo que cuida el harén as el más grande, porque la competencia entre cuidadores de harén premia a los que son más grandes y más musculosos. Segundo, alrededor del mundo los hombres son más violentos que las mujeres (véase Evidencia No. 1; le vale muy poco para adquirir una gran cantidad de parejas a un macho ser físicamente intimidatorio, a no ser que también sea propenso a usar de su fuerza). Tercero, las muchachas llegan a ser sexualmente maduras antes que los chicos, otro signo que delata la poliginia, porque la intensa competencia entre los cuidadores de harén hace que una ganancia evolucionaria para el sexo “cuidador” demore la maduración hasta que los individuos son grandes, fuertes y posiblemente suficientemente astutos para tener alguna probabilidad de éxito. Y cuarto, antes de la homogeneización cultural que vino con el colonialismo occidental, más de tres cuartas partes de todas las sociedades humanas eran políginicas.
                                                                                 David P. Barash

Por si esto fuera poco, está es tema del tamaño de los testículos. El tamaño de tos testículos en los machos varía según la promiscuidad de las hembras. En especies con féminas poco promiscuas los machos poseen unos testículos pequeños ya que no deben competir espermáticamente con otros machos. Sin embargo, en especies con hembras promiscuas los machos deben luchar espermáticamente con otros machos y poseen testículos prominentes en relación al tamaño de su cuerpo. ¿Dónde está la especie humana en relación a los otros primates?. En mitad de la lista.

Tenemos machos con tendencia a la poliginia y hembras de fidelidad dudosa, ¿algo más?, Sí. Dentro de las especies monógamas (por naturaleza), como la mayoría de los pájaros se ha visto que hay un alto número de CEP (copuladores extra-pareja). Empezaron a darse cuenta cuando en un intento para controlar la población de mirlos (especie monógama) se vasectomizó a gran número de sus machos. Cual fue la sorpresa al ver que todas las hembras tenían la misma descendencia. Se comprobaron otras especies y se ha visto que la gran mayoría de especies monógamas presentan CEP, que se puede esperar de los humanos que ni siquiera somos auténticos monógamos??.



Es cierto, el que seamos infieles es algo natural, pero también son naturales la varicela y el sarampión y eso no quiere decir que sean buenos. Al igual que las vacunas no son naturales y por ello no dejamos de utilizarlas.

En conclusión, la evolución está en continuo cambio y la mejor conducta sexual depende del ambiente más que de nuestros genes. En el ser humano se dan la mayoría de relaciones porque dominamos la mayoría de ambientes: Monogamia, poliginia e incluso poliandria en zonas dónde es muy difícil para un solo macho mantener a la descendencia (esquimales). 

2 comentarios:

  1. Que tal comparto contigo sobre que somos infieles
    por naturaleza es algo, que se lleva muy en el fondo algo que sale de ti sin que lo puedas evitar
    te invito que visites mi pagina
    http://miamantefiel.blogspot.com/
    hasta pronto ....nos veremos otraves.........

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  2. La infidelidad en realidad no existe, es un concepto social. Los seres humanos (hombres y mujeres) somos polígamos y promiscuos por naturaleza y no porque sí, la variedad sexual en la evolución es buena para la especie.

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