jueves, 4 de noviembre de 2010

Pastillitas y jarabes

¿Por qué algunos fármacos son pastillas, otros son jarabes, efervescentes, supositorios,... de qué depende? ¿Alguna vez te lo has preguntado? Para conocer la respuesta sólo tienes que seguir leyendo.




 Existen diferentes factores, el más importante de ellos es la vía de actuación. La mayoría de los fármacos se absorben a nivel intestinal, de ahí pasan al torrente sanguíneo de la vena porta que los lleva al hígado y de ahí al resto del cuerpo. Esto ocurre con fármacos que se ingieren, pero hay otros que se inyectan, se inhalan, o se  aplican en otras zonas. En estos casos no actúa ni el intestino ni el hígado, que podrían inactivar parte del fármaco, antes de que la sustancia activa llegue a la zona de actuación. Estamos hablando de fármacos sistémicos que llegan a todo el organismo ya que en los que sólo afectan a una parte su aplicación suele ser tópica en la zona en la que se busca el efecto.

Otro factor importante es la solubilidad del fármaco. Los medicamentos para absorberse deben atravesar las células de nuestro cuerpo y para ello, la mayoría son liposolubles, esto los hace difíciles de disolver en agua. En estos casos se puede mejorar la solubilidad tratando la sustancia o usando jarabes.

Llegamos al tercer factor, el tiempo de actuación.  Existen capsulas con recubrimiento entérico que se disuelven sólo cuando llegan al intestino porque es posible que los ácidos del estómago destruyan la sustancia activa. También existen cápsulas de efecto continuo que consisten en capsulas rellenas de gránulos los cuales a su vez tienen diferentes recubrimientos y van liberándose poco a poco, son pastillas que sólo hay que tomarlas una vez al día. Es muy importante tomarse las pastillas y las cápsulas enteras ya que si las rompemos o las trituramos podemos cambiar el tiempo de actuación. Si rompemos el recubrimiento entérico de una pastilla podemos anular completamente su efecto, y lo que es peor, si rompemos el recubrimiento de una capsula de acción prolongada que se supone debe liberarse poco a poco podemos llegar a tener todo el efecto en un primer momento llegando a producir intoxicación. 


 En definitiva, si las pastillas vienen como viene será por algo. Es mejor no abrirlas ni romperlas.

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